La elaboración de la piel es una de las artes más antiguas que acompaña al hombre desde sus orígenes. Es un material duradero, versátil y natural. Es un producto de gran valor, buscado para una amplia gama de usos diferentes. ¡Nos gusta el aspecto, el tacto suave, hasta el perfume de la piel acabada! Es entonces cuando se hace importante entender cómo se produce este producto hoy en día. ¿Cuánto trabajo es necesario para conseguir el producto acabado?
Las pieles, que pueden ser de animales de grandes o pequeñas dimensiones, llegan de todas las partes del mundo y es un subproducto de la industria alimentaria. Las pieles en bruto llegan a la curtiduría después de haber sido tratadas con sal para preservarlas de la acción de distintas bacterias. La primera operación a realizar es la de quitar la sal que contienen para evitar que se disperse en el ambiente durante los trabajos sucesivos.
Después de esto se sumergen en cal, cuya acción disuelve químicamente el pelo, quita las proteínas no deseadas y abre las fibras del cuero en base a un proceso llamado “ENCALADO”
En esta operación, la piel se hincha de un modo evidente. No debemos olvidar que nuestro material es de origen animal, por tanto, tiene todavía partes de carne y tejido pegados a la misma; para solucionar este problema, se procede al descarnado. El uso de un cilindro giratorio dotado de láminas afiladas, permite eliminar los trozos de tejidos subcutáneos, todavía presentes en la parte interna de ésta y de hacer más uniforme su espesor. Las pieles pasan ahora al proceso sucesivo conocido como “REFILADO”, durante el cual los trabajadores cortan y eliminan todas las partes inutilizables de la piel bruta para darle una forma y corte mejor.
¿Cuánto trabajo es necesario para conseguir el producto acabado? Descubre a través de este breve vídeo los principales procesos a los que se somete la piel.
La elaboración de la piel – Mariano Farrugia
En este punto del trabajo hay un proceso muy importante llamado “DIVIDIDO”, ya que la piel en esta fase todavía tiene un espesor bastante elevado y es necesario cortarla en horizontal en dos capas. La capa superior o parte más externa del animal se le llama flor, mientras que a la capa inferior se le llama “SERRAJE”.
Se pasa después al propio proceso de curtición. Las pieles se introducen en un contenedor de madera que gira proyectado expresamente para curtidurías llamado “BOMBO”. Los productos de curtición transforman las fibras brutas en un producto duradero, mejorando su estabilidad, la resistencia a la abrasión, al calor y a la flexión, haciéndola capaz de soportar repetidos ciclos de secado y bañado.
Seguidamente, las pieles pasan por una máquina dotada de dos grandes rodillos que la estrujan, eliminando el exceso de liquido; esta operación se llama “PRENSADO”. En este punto estamos preparados para seleccionar y clasificar las pieles ahora llamadas WET BLUE. Una vez seleccionadas las pieles se llevan al proceso de “RASADO”, donde se consigue que ésta tenga un espesor uniforme, gracias a una máquina constituida por un cilindro dotado de láminas que giran rápidamente. Las pieles después vuelven a ser curtidas, es decir, reciben una curtición posterior que mejora la calidad.
Después de ese tratamiento, las pieles se tiñen para obtener un color uniforme. La belleza natural de éstas se exalta gracias a los innumerables matices de colores que el curtidor puede conferirle en base a la tecnología actual. La última operación en húmedo a la que se somete a la piel es el “ENGRASADO”, que la dota de una suavidad permanente, elasticidad y resistencia a la flexión. Se llega así al proceso de “ESCURRIDO”, hay diversos sistemas para secar las pieles, entre los cuales está la “MESA A VENTO”, que permite eliminar el agua en exceso y las arrugas de ésta, gracias a una prensa giratoria, operación que normalmente sigue el ”SECADO AL VACÍO”. Durante este proceso, considerado muy eficaz, las pieles se ponen en dos planchas lisas calientes, entre las cuales se crea el vacío, obteniendo así su secado completo.
Otro método de secado es el “PINZADO”, que consiste en fijar la piel en un telar mediante pinzas, manualmente o con una máquina. El telar después se introduce en el secador. Otro método de secado es el “SECADO EN CADENA”; las pieles se suspenden en alto en una cuerda o cadena por todo el perímetro de la curtiduría, las pieles se secan así a temperatura ambiente, de manera natural, gracias al aire. Tras esto, se “GOLPEAN” para hacerlas más blandas y abrirlas; se golpea rápidamente con travesaños de acero recubiertos por una vaina de goma cientos de veces, mientras pasa a través de la máquina. Gracias a la acción de los travesaños, y después de este proceso, está mucho más blanda.
En la flor de algunas pieles encontramos marcas naturales que derivan de arañazos o picaduras de insectos o parásitos; gracias a la aplicación de una pasta muy flexible, el estuco, que llena los agujeros que han dejado estos daños naturales, conseguimos cubrir tales imperfecciones. Un ligero lijado deja la superficie de la piel suave y limpia, preparada para el siguiente proceso de refinición. El reparto de refinición es el lugar donde una mente creativa y vivaz añade el toque final al producto para resaltar su belleza natural. Uno de los medios más utilizados para aplicar la refinición es el ”PULVERIZADO GIRATORIO”, en el que distintas pistolas montadas sobre una unidad que gira continuamente sobre la piel rocían la pintura, de este modo se pueden obtener colores y diseños únicos y originales.
Cuando ya está seca, si es necesario, se procede a estampar usando cilindros o planchas talladas que la graban para obtener diseños precisos sobre la superficie, que normalmente reproducen el grabado natural de la flor. Para restablecer la suavidad original se procede con “EL ABATANADO”. Antes de entregarla al cliente, se mide con una máquina especial y se timbra con el pietaje.
Ahora sólo queda mantener la piel cuidada, para ello solo debes conocer algunos consejos sobre su cuidado y limpieza